miércoles, 12 de octubre de 2011

Una vida nueva

                  Era un día nuevo, por un momento sentí que nada de lo que había pasado ayer  era real pensé que era un día mas de escuela y que se me había hecho tarde porque el sol ya brillaba con mucha intensidad. Pero no era así, las cosas tan extrañas que habían pasado ayer volvieron a mi cabeza y al mirar a mi alrededor me di cuanta de que estaba en el cuarto de los cachivaches junto con mi familia.
               Estando desayunando parecía que seria un día normal, sentía que el día  transcurriría sin ninguna novedad, hasta que llamaron a nuestra puerta.
             Tocaron varias veces, cada una de ellas con más intensidad, pareciera que querían tirar la puerta. Hasta que gritaron el nombre de mi mamá.
            Rápidamente se paro de la mesa y fue a abrir la puerta era su amiga Jenny, estaba llorando, tenia la ropa desgarrada, raspones y golpes. Era obvio que había acabado de tener alguna confrontación.
           Mi mamá la sentó y trato de tranquilizar. Ella no paraba de llorar. Entre lágrimas lo único que pudimos entender fue que le quitaron a su niño. Nos quedamos atónitos con aquella noticia. Nos explico que un grupo de  personas habían llamado a su puerta, preguntando que si ahí vivía ella y su padre, al identificarse les pidieron que salieran de su casa, con el argumento de que les explicarían la noticia que ayer en la noche fue dada y les darían instrucciones a seguir. Al salir ella con su padre y con su hijo, los abordo una señora que les empezó a hacer preguntas sobre de donde eran, si siempre habían vivido ahí, cuantos años tenían, a que se dedicaban, su religión, escolaridad.
             Lo que más nos sacudió de su noticia fue que le quitaron a su hijo y se llevaron también a su padre. Lloraba con gran dolor  por la pérdida de su hijo. No era para más, se recostó en el sillón y se quedo dormida.
             Pasamos el resto del día expectativos a que alguien llamara a nuestra puerta pero en ningún momento sucedió. Nos sentamos a comentar lo sucedido. No falta mucho para que esas personas lleguen a nuestro hogar, nos separaran, nos llevaran a lugares diferentes, ser más difícil sobrevivir. Yo no deseo eso, necesito estar con mi familia. De esa manera seremos más fuertes.
           Llego la noche y volvimos a dormir en aquel cuarto. Nos sentíamos  tan inseguros y con Jenny llorando era más difícil poder dormir.
          


1 comentario:

  1. Hola compañero. Te recomiendo cambies el signo de puntuación en la siguiente línea: "Al salir ella con su padre y con su hijo. Los abordo una señora que les empezó"... También pude ver que te hacen falta muchos acentos, deberías revisar tu texto de nuevo. =)

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